Mientras haya luz en la tierra, mientras se sostenga el cielo, mientras quede un hálito de aire en mis pulmones y una gota de sangre en mi corazón, juro por Dios que siempre estaré a tu lado.
Y después de todo eso te juro, ahora por este Amor, que yo seguiré estando allí.
Nada podrá evitarlo, nada.
Mi corazón es tuyo y te pertenece por toda la eternidad, si no estás yo muero y no existo. No queda ni mi nombre en los pasos nocturnos, si tú te vas.
Yo te abrazaré en este sueño por lo que duren los siglos.
Y no, no he cambio en dos minutos. O tal vez sí, no lo sé. Sigo siendo el mismo, sólo que ahora creo saber lo que debo hacer. Porque ahora sí escucho las señales que aguardan tras las estrellas.
Debo seguir firme aquí, a las orillas del tiempo, guardando un tesoro de amor.
Así lo haré sin dudar, porque te pertenezco y soy tuyo, de nadie más!!
Te amaré con entusiasmo y con fe, sin pereza ni frío. Te adoraré por la mañana y te besaré cada tarde hasta acostarse el sol; y haré que las noches sean sólo nuestras, robando la esperanza a lo imposible si es necesario.
No habrá vacíos ni tibios adioses, jamás, ni un instante de duda de amor. La certeza no se borrará de mi alma, como tampoco lo harán estas letras que escribo con sangre de mi corazón.
Si pudiera, te besaría el alma. No concibo que pueda haber nada más allá de tu cariño, comprensión y, por qué no decirlo, tu amor.
Cuando esta corriente de emociones y sentimientos surca los mares con feroces estelas de pasión y fuego, no existe ni un átomo de oquedad entre los dos, y ni los corazones de las tinieblas pueden encontrar este lugar.
Moriría por ti, presto y feliz por hacer lo de mejor de mi vida, pues nada hay para mí en ella de tanto valor.
Razón, pensamientos de la lógica, padres del sentido común, ¿dónde estais ahora? ¿Tan lejos os ha enviado mi pasión que no os atreveis ni a acercar vuestro oído a lo que grito a los cuatro vientos, cual prestidigitador recién amanecido y curado en su virtud de recrear algo de felicidad?
Entonces estoy en el camino que buscaba, el Amor entra ahora por mi ventana como un Sol un millón de veces más radiante que el que habita el cielo. Al fin, encontré el Amor!!
Haría cualquier cosa por ti, cualquier que tu Buen Amor me dictase.
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