Mientras viva no habrá más sueños
que la belleza de tu piel en mi piel,
mientras el mundo sea este mundo
sólo tú me hallarás al despertar.
No importa cuan lejos estés de mí,
porque yo siempre estaré contigo.
Cada sentimiento, cada fibra dormida,
reviven de amor cuando te contemplo,
y todo nace desde dentro de mi alma
como lugar que fuere para los dos.
Si me dejas me moriré, de olvido
y pena por no tenerte en mis brazos.
Cómo explicar cada día tanto amor,
tanto que siento por ti, suspendido
en horas de ni saber dónde estoy.
Te busco en cada rincón de mi mente
al igual que un niño perdido y solo
ansía el lugar de su refugio sagrado.
Todo la alegría toma sentido desde ti,
y es sólo entonces, si te tengo conmigo,
cuando puedo disfrutar de lo diario,
de los juegos o de los planes de futuro.
Y si alguna noche de indigesto recuerdo
me lleva del sueño a las pesadillas
y te veo sumergida en algún peligro
el rayo celeste me despierta presto,
para no permitir que ni el pensamiento,
dormido y por alguna pena angustiado
pueda siquiera rozarte; antes la muerte.
Exagero tanto porque te amo sin medida
y lo único que ansío es sentir tu éxtasis
abrazada a mi cuerpo y a mi corazón,
la expresión del amor en un beso eterno
que siento clavado en esta memoria
de toda mi vida que ha sido y es sólo tuya.