Perdido en la noche de las ideas,
me encontraste y me hiciste vivir;
ahora yo debo ser un hombre
y por amor soportar la espera;
hasta el infinito si es preciso,
por tu vida en plenitud y libertad.
Más que intención es un juramento;
día a día lo repetiré sin descanso,
y borraré las cenizas de mi pasión
en un homenaje de belleza y lealtad.
En Ilusión, eternamente,
te amo.