Me siento inmensamente afortunado por haber caminado en la vida con la bendición de amarte; orgulloso, feliz.
Mas aún no consigo explicar mi emoción de los primeros años, ni la añoranza y el miedo a la nada después. Y tampoco puedo, todavia, sacar afuera con la voz este milagro que hoy siento en mi corazón cuando pienso en ti o te miro.
Pero sí soy capaz de decir que siempre supe de algo diferente en la vida, de algo que sólo nuestra alma podría quizá llegar a sentir y ver, por algún prodigio de amor.
Compartir ahora un instante así entre dos almas, en este mundo de tan difíciles tiempos y caminos, es un milagro de belleza que me parece casi imposible.
Surcar lugares escondidos de la inocencia no perdida, hasta sentir todo por un segundo de este amor. No queda nada lejos de mis sueños ahora, porque mi corazón esta contigo.