Entregado al amor más grande
el espíritu de la Madre Tierra
alado en el centro del corazón;
por la imagen esencial de vida
que eleva con el tiempo la Savia
a destinos de un futuro nuevo.
Admiración de cálidas sonrisas,
esperanza de manos que se unen
en el sello de un umbral materno.
Hay días, hay luces y mil sueños,
verdor de montes y aguas azules
que reviven y dan sentido a todo.
Las estrellas son una sinfonía de luz
en el firmamento azul de tu mirada;
unidos vívidamente, en un solo Ser,
la humanidad a Dios, la paz y la Tierra.