Todo lo bueno de que soy capaz te lo debo a ti,
porque sentir tu voz y tu belleza en mi interior
es un milagro que me hace creer en lo imposible,
que me da alas para volar más allá del tiempo
y de cualquier leve vacío que limite este amor.
No puedo ser quién soy cuando no tengo tu luz,
y casi me siento incapaz de vivir en la esperanza
lejos del fuego de tu hogar; tu cálida inspiración
por mil sentimientos de fe, amor y paz tan reales
incluso en días pasados de lo cruel y lo extraño.
Lo mejor de mí fue tu regalo, que vivirá siempre.